12 diciembre 2018
Por Juan Camilo Betancur E.




No hay nada más triste en este mundo que despertarse la mañana de Navidad y no ser un niño
Erma Bombeck

Este año nació el programa radial Me revientan los adultos como un proyecto de Yoga y Literatura con la primera infancia. Fue una experiencia maravillosa. Durante las emisiones los niños podían ser escuchados por los padres y sentirse importantes y los padres escucharon ciertos argumentos de sus hijos que tal vez ni se imaginaban que pudieran expresar. Lo que empezó como una clase más de literatura se convirtió en un espacio íntimo de conversaciones profundas. Esto dio otra dinámica a las familias y yo, el profesor, me convertí en receptor de estas conversaciones. Por ello agradezco de corazón a estas familias y espero puedan disfrutar en vacaciones este programa sobre navidad, el último de este año.

Además, como regalo para aquellos que les interese la literatura infantil quiero compartirles una historia que apenas conocí en estos días y que me sorprendió. Se trata del libro Cartas de Papá Noel escrito por J. R. R. Tolkien. Es un libro tan fantástico como El señor de los anillos. Incluso más vital porque nace de la recopilación de las cartas y postales que Tolkien les escribió a sus hijos: John, Michael, Christopher y Priscilla, cada navidad, desde 1920 hasta 1943. Esto exigió al escritor sostener un relato por un poco más de dos décadas, sin más recompensa que la de acompañar a sus hijos. 

Luego recopilaron las cartas y los dibujos para editar el libro. Entre sus páginas están las aventuras que Papá Noel les cuenta a los hijos de Tolkien desde el Polo Norte. Había matasellos y dibujos de los personajes. 

En esas cartas aparecen el elfo Ilbereth (secretario de Papá Noel y de elegante caligrafía), Kharu el Oso Polar, el hombre de la luna, el muñeco de nieve, entre otros como los trasgos, los que roban los juguetes y quieren invadir la casa Papá Noel. Es una aventura añeja por los años. Ojala alguien pueda acercarse a ella. 

Evoco este libro para esta navidad porque Tolkien hizo de la literatura un recurso valioso para acompañar a sus hijos. Este evento me toca el corazón y espero que alguno aproveche este tiempo para incentivar la imaginación y pueda acompañar a un niño con una buena historia. 

A continuación les dejo algunas de las postales del libro. Son sencillas y hermosas. Feliz navidad.




24 Noviembre 2018
Por Juan Camilo Betancur E.



“Escribir no es más que ejercer la disidencia. Y sentir que, al hacerlo, el fuego de la rebeldía te sostiene insuflando tu palabra.”
Pablo Montoya


Para esta entrevista busqué el contacto de Pablo Montoya y quienes lo conocían me informaron que era un hombre muy exigente a la hora de entrevistarlo. Durante varios meses estudié la obra y algunas entrevistas que le hicieron a Pablo. Cuando creí que podría sostener una conversación con uno de los escritores vivos más laureados en el país, le escribí un email y acordamos conversar en la Biblioteca de la Universidad de Antioquia. Llegamos los dos a la hora acordada. Al principio estuve un poco prevenido, pero a medida que íbamos conversando quedé gratamente sorprendido por la generosidad y la amabilidad de Pablo. Fue generoso en todas sus respuestas porque fue a su vida o a sus lecturas para encontrar las palabras adecuadas. También fue amable porque me trató con la cortesía de quién se alegra de que existan escritores jóvenes. Así que amable lector, espero que disfrutes escuchar esta entrevista así como yo disfruté hacerla. 



A continuación, con el permiso de Pablo, publicaré un texto “Otro decálogo” de Pablo Montoya. Un texto donde el escritor da su mirada sobre la tarea de escribir. 


"Otro decálogo: 

1. Que el pilar de tu escritura sea la poesía. Una literatura ajena a ella es algo enjuto, ceniciento, propicio al gusto trivial de las masas. 

2. Escribe para ti mismo. O hazlo considerando a los tuyos. Sean estos esos pocos que te acompañan, o los lectores desconocidos que se perfilan en el porvenir. Escribe buscando sus corazones. Incluso, sus inteligencias. Pero jamás vayas en pos de sus bolsillos. 

3. Recuerda que al escribir habitas el espacio de la marginalidad. Así los poderosos te elogien, los periódicos y revistas te entrevisten, des conferencias en lugares venerables y ganes importantes premios. Cuando te dispones a escribir recuerda que eres el periférico. Esa dura y renovada continuación del maldito. 

4. Escribir no es más que ejercer la disidencia. Y sentir que, al hacerlo, el fuego de la rebeldía te sostiene insuflando tu palabra. 

5. Tu compromiso, como escritor, más que con la gente que te rodea, más que con tu tiempo y sus diversas proclamas, es con la exigencia de escribir bien. Es casi imposible lograrlo, por supuesto. Pero esa prueba de todos los días es el motor que debe lanzarte a la escritura. Por ello, si tus textos son rechazados, aquí o allá, por un motivo u otro, no desfallezcas que reveses así son cruciales para tu aprendizaje. 

6. Los premios y los reconocimientos, los agentes con sus contratos y traducciones, los editores y sus recomendaciones, forman parte del engranaje de la literatura actual. Pero lo mejor es escribir sin pensar en ellos. Que el único radar que te oriente sea el de tus obsesiones, modeladas con el rigor de la disciplina. Ahora bien, si ellos te buscan o se preocupan por lo que escribes, y no se entrometen demasiado en tu proceso creativo, entonces atiéndelos cordialmente. 

7. Escribir sobre el pasado no es una moda. Es una inquietud lógica de los procesos creativos. El ser humano está forjado, en gran medida, de lo que le ha sucedido a su especie. El ayer es enorme y posee al menos la certeza de lo ya ocurrido, si se compara con el hoy fugitivo y el mañana ignoto. Pero cuando confrontes ese pedazo inasible de tiempo ido, no lo reproduzcas como si fueras un arqueólogo o un historiador o un periodista. Imagínalo y reinvéntalo como un poeta. 

8. Piensa que al escribir eres un artista. Por lo tanto, no ignores que lo tuyo está enraizado en el arduo conocimiento de las técnicas formales. En eso te pareces al más humilde y anónimo y persistente alfarero. Sin embargo, recuerda que el objetivo de toda literatura genuina está por encima de la utilería del oficio. Lo suyo es alcanzar y poseer la belleza. Si tú, al menos, la rozas con tu escritura, tu esfuerzo estará justificado. 

9. Para escribir hay que leer. Sé curioso y hospitalario con las nuevas voces. La historia de la literatura tiene en ellas la clave de su continuidad. Pero lo fundamental es releer. Vuelve siempre a los clásicos. Muchas generaciones de lectores los validan ante el imparable paso de los años. Con ellos se aprenden esas cosas esenciales que las frivolidades del ahora apenas logran intuir. Además, si pretendes innovar, tu deber es conocer la tradición. 

10. Escribe, si quieres, traspasado por ese rayo magnífico llamado inspiración. Sigue, si lo deseas, las órdenes del vértigo de hogaño. Pero no olvides que escribir es corregir. Y para ello tendrás que sosegarte, y ser amigo no de la liebre, sino de la tortuga. 

Pablo Montoya" 







30 octubre 2018

Por Juan Camilo Betancur E.

 "La risa es el sol que ahuyenta el invierno del rostro humano."
Victor Hugo

¿Qué decir de la risa?, ¿cómo hemos evolucionado por medio de la risa?,¿por qué buscamos personas que nos diviertan? ¿por qué aquellas personas con buen sentido del humor son más opcionadas a ser elegidas como pareja?.. y otras preguntas que más de uno podrá hacerse. Igual no creo que tenga las respuestas y por eso mismo decidí entrevistar a algunos niños para indagar sobre el mundo de la risa, tan frecuentado y tan desconocido. Por eso, en esta séptima emisión de Me revientan los adultos la hemos dedicado a la risa. Si te interesa puedes escuchar el audio, si no, bueno, puedes seguir leyendo este texto que de seguro no te hará reír, pero tal vez te arroje algunos datos interesantes sobre la risa.

Para empezar acudamos al diccionario (RAE) que define la risa así: “el movimiento de la boca y otras partes del rostro, que demuestra alegría”. Sería algo muy simple. Pues una cosa es la risa y otra el humor. Según el diccionario la risa es un movimiento fisiológico en respuesta a una emoción o motivación que bien podría ser el humor. Pero el humor tiene cosas más sutiles y complejas para analizar tan linealmente. 

Como respuesta fisiológica la risa es también frecuente en las ratas, los chimpancés y los perros. Estos animales se ríen cuando juegan. Así también los humanos. Sin embargo, nosotros también reímos para expresar una emoción o generar lazos sociales. En esa medida, más que una respuesta fisiológica también la risa es un modo de comunicación con otros individuos. 

En esa comunicación sutil de la risa el humor entra a jugar un juego importante. Entendiendo que el humor es más que ver bromas y contar chistes. Pues, las bromas se agotan o se hacen molestas cuando se repiten y los chistes son más un espectáculo que una conversación. Pero cuando hablamos con los amigos y entramos en un estado de confianza la risa es espontánea y pareciera que surgiera de dentro de nosotros para tratar de expresar un estado interior o una alegría antigua, que no necesita más motivación que la intimidad y la bondad entre dos seres que se comprenden sin esforzarse por aparentar ser simpáticos. En esa situación el humor es casi indefinible y necesario. Pues están felices sin querer ser graciosos. 

Al menos intento abordar esa risa sincera, que no está maquillada por los sistemas de creencias que hemos ido construyendo en nuestras vidas. Hablo de esa risa que es comunicación y es un puente por el que se movilizan emociones positivas que nos permiten establecer relaciones sanas, de bienestar, con las personas que amamos. 

Sin embargo, en un niño que todavía no está subordinado por el instinto y el deseo, la risa ocurre de una manera muy encantadora. En él, la risa es honesta y contagiosa como un rayo de luz en la oscuridad. Es una risa que expresa alegría y es espontánea porque surge como una explosión irresistible que sana el alma ya que proviene de un alto grado de bondad del ser que habita en el niño. Esa risa no tiene máscaras y tampoco una explicación. Sucede y alegra los corazones. 

En fin, más que una conclusión quiero terminar con la certeza de que una risa sincera, la que sucede con la gente que te cae bien, produce una sensación de bienestar tanto física como psicológica. Por lo que reír con los amigos, los cercanos y los amados revela una parte muy especial de nuestro carácter. Pues en posible ver en la risa de una persona rasgos muy significativos de su personalidad que nos pueden acercar o alejar de ella. No entraré a discernir sobre esos rasgos. Cada quien mirará lo que sucede con los suyos. Por ahora, amable lector, le deseo un bello día y que la risa de los íntimos le ilumine el espíritu.


17 octubre 2018
Por Juan Camilo Betancur E.


Sólo hay felicidad donde hay virtud y esfuerzo serio, pues la vida no es un juego.
Aristóteles


El maestro Jorge Maurer es de esos seres que es imposible de definir porque su sabiduría radica en el ahora en movimiento. Más que un cúmulo de conocimientos almacenados, su maestría consiste en vivir y ser feliz. Los datos en él se gestan desde su experiencia de vida. 

Maurer es argentino y desde hace 64 años enseña a conectarse con la luz interior. Su primer discípulo lo tuvo a los tres años. Era un tío, psicólogo, quién empezó a hacerle preguntas y se asombró con la claridad de las respuestas. Debido a ello, se abrió pasó entre las grandes personalidades argentinas que lo recibieron con gran curiosidad y respecto. Entre ellas: Julio Cortázar, Ernesto Sábato y Charly García. 


Desde muy chico tenía claro que era una equivocación querer aplicar los pensamientos de otros a su vida. Por eso, ha seguido su propio camino, el de sus inclinaciones más íntimas. Quizá, por tal motivo, le gusta la respuesta directa y evita el discurso laberíntico. Como Fernando González, enseña a dejarse influir solo por la vocación o la voz interior. En la actualidad tiene grupos de meditación en Caracas, Medellín y otras ciudades alrededor del mundo. 

Su palabra es clara. Parece sacada de la literatura sánscrita. Como si fuera parte de Los rishis, o sabios de la antigua India, que con la palabra transformaban la realidad. Por lo tanto, la palabra es sagrada. Por ello, el poder creativo de la voz se expresa claramente en sánscrito, donde vac, voz, es a menudo considerado como sinónimo de Shakti, que es la energía creativa, el poder de manifestación. Las preguntas son: ¿Qué creamos con la palabra? ¿En que nos enfocamos cuando decidimos hablar de lo que consideramos importante? ¿Aceptamos la palabra como un vehículo para llevar lo mejor o lo peor de nosotros mismos? ¿De qué hablamos cuando hablamos? 

En fin, son muchas las reflexiones que surgen al escuchar al maestro Maurer. Tal vez, utilice el método de la antigua Grecia; es decir, el dialogo que intenta construir cotidianidades más que conceptos. O tal vez, como el milenario Confucio en el siglo IV antes de Cristo, no le interesa hacer nada extraordinario para buscar adeptos. Lo único que busca es vivir en armonía con su entorno y con su ser interior. Escucharlo es como un despertar. Es como si dijera de nuevo cada cosa que nombra: 

“Entendí que es lo que tenemos que sanar, liberarnos y trasmutar. Escuchen, no es el apego a nuestros hijos, a la pareja, al dinero… ¡Eso no es! Es del apego al sufrimiento, a los miedos y la culpa. Pues ¿Cuál es la gracia de desapegarnos de nuestras parejas o hijos? ¿Cuál es la evolución de eso? Eso es deshumanizarnos y desensibilizarnos. No hay beneficio en ello. Hay beneficio al liberarnos de los miedos y los más grades son: El miedo a vivir, a ser feliz y a tener una vida plena. Si se escarba un poco en la consciencia de la persona lo que tiene son estos miedos. Teme manifestar todo su potencial de felicidad, salud, bienestar y prosperidad. Lo que está es apegado a los miedos, a los sufrimientos y a la culpa. 

El perdón es una decisión. Me explico, todo aquello que cargues de los otros dentro tuyo te transforma en algo igual que aquel o aquella que no perdonas. Lo peor que te puede pasar es que eso se quede dentro y no es cuestión de resignarse, sino de perdonar. Cuando perdonas al otro el mayor bien te lo haces tú y si no lo peor del otro se queda en ti y el otro se lleva tu amor. Por ello, ¿cómo vas a recibir en consciencia la divinidad o al Supremo con el corazón sucio, con el corazón ocupado por el resentimiento, el odio, los celos y los daños que recibiste?”




22 septiembre 2018
Por Juan Camilo Betancur E.



Todo mi patrimonio son mis amigos 
Emely Dickinson



Para esta emisión de Me revientan los adultos he escogido el tema de la amistad, en parte porque septiembre es el mes en que nos hemos programado para celebrar nuestros encuentros y en parte porque a pesar del mes, quiero hacerle un homenaje a cada una de las personas que me he encontrado en el viaje de la vida y que me ha acompañado, no importa el trayecto, pero sí su presencia en el viaje. De esta manera, reconozco el aporte sustancial de cada ser que por un periodo corto o largo he considerado amigo. Y si lo consideré amigo lo más seguro aún lo es. Pues una de las características de la amistad es que no tiene fecha de vencimiento como si lo tienen la mayoría de los encuentros amorosos. Por ejemplo, el amor tiene la aspiración de durar para siempre como una estrategia distractora de ocultar su fragilidad, o ¿por qué la iglesia ha inventado el voto matrimonial? En cambio la amistad, donde no hay intenciones de poseer al otro o al menos atarlo a tu vida, suele ser más sólida y duradera en el transcurso del tiempo.

En sentido básico la amistad es una relación que se da entre dos o más personas sin importar el sexo, la edad o el color de piel. Pero la amistad duradera está asociada a valores como el amor, la lealtad, la solidaridad, la incondicionalidad, la sinceridad y el compromiso. A este tipo de amistad me refiero donde en el encuentro interpersonal uno experimenta lo mejor de uno. Este encuentro sucede, según Aristóteles, desde la virtud porque aquellos que desean el bien inherente a sus amigos son los verdaderos amigos. Esa es la amistad inmarcesible. 

La amistad duradera empieza por un sentir que ocurre de manera espontánea. Parte desde la afinidad y la vibración. Es cuanto alguien te cae bien porque sí, porque dentro de ti se reconoce su espíritu y quieres compartir algo más que el arrebato sexual. Este tipo de encuentros, poco frecuentes, se dan entre personas de diversas edades, religiones, ideologías, culturas. Incluso, entre un animal y un ser humano. 



También hay que reconocer que hay encuentros que se basan en la utilidad (como las relaciones entre los políticos que se elogian para buscar una mejor posición), otros desde el placer (como las relaciones basadas en las fiestas de fin de semana para exaltar e incentivar los sentidos). También está la amistad basada desde un amor espiritual (como es la relación de un maestro con un alumno, como fue el caso de Santo Tomás con su discípulo Fray Reginaldo de Priverno, quien lo cuidó en sus últimos años y relató una faceta muy humana del santo que promovió la bondad de la amistad). En mi caso he encontrado personas para satisfacer el placer, también para utilizarnos mutuamente. Asimismo he contado con la fortuna de encontrar maestros que me han exigido a la hora de escribir hasta el punto de creer que su amor sincero era un odio disimulado. Sin embargo, esos encuentros donde expresé mi carácter sin temor a ser aprobado me permitieron indagar sobre ciertos matices de mi personalidad, que sin los amigos íntimos, tal vez no hubiese comprendido. 


Los encuentros en la amistad se dan en dos grados de intimidad. Están los amigos con los que estamos de forma lejana, aquellos que frecuentamos de vez en vez para compartir un café. Y están aquellos que consideramos los más íntimos, con los que compartimos ideas, información, sentimientos y sobre todo los momentos más difíciles de la vida; pues curiosamente uno recuerda más a la persona que te acompañó mientras llorabas a la que estuvo contigo cuando reías. 

Sin embargo, para muchos debe ser irrisorio que alguien escriba sobre la amistad en estos tiempos. Para los que piensan así, pueden leer otra cosa o seguir indagando porque le temen a los amigos. Tal vez sea porque en este tiempo digital, el de las redes sociales, lo que prima es el narcisismo. Las personas están embobadas y ebrias de sus reflejos. Por ello se preocupan más de lo necesario por su imagen, su proyección, que por una relación sana consigo mismos. Y lo que hacen es fabricarse máscaras para excitarse con sus propios reflejos o los reflejos de otros hasta perder la capacidad de contactar y establecer vínculos reales con sus semejantes, los más cercanos. Por consiguiente, en el mundo de las redes sociales la amistad no llega a un saludo en la estación del tren y el amor se visualiza como una aplicación descargada al celular para alimentar la fantasía. Por ello, en estos tiempos digitales, cada vez es más difícil encontrar un buen amigo, ya que el amor y la amistad se han sustituido por un deseo ilusorio, muy superficial, carente de vínculos reales y profundos. 

Por tanto una amistad verdadera es una cuestión utópica para el consumidor del mundo globalizado, donde el compartir se establece desde la inmediatez y la superficialidad. Por ello, prefiero recordar lo que han dicho y escrito algunos maestros sobre la amistad, que por lo que dicen, han experimentado una amistad profunda y nada inmediata. Por ejemplo el Dalai lama, líder espiritual del budismo tibetano dice que “la amistad sólo podía tener lugar a través del desarrollo del respeto mutuo y dentro de un espíritu de sinceridad”, tal vez porque vio en sus profundas meditaciones que los amigos son un reflejo de tus acciones. Por ejemplo, si empiezas a cultivar en ti la virtud y tu talento, tus amigos serán virtuosos y sensibles a tu talento. En esa medida, cuando ha pasado la inmediatez del encuentro, los temas banales de cómo está la ciudad, la familia… se pasa a verbalizar los sentires profundos y el amigo pasa a ser, como lo dice Emerson, “una persona con la que se puede pensar en voz alta” sin necesidad de juzgar, de prevalecer importante y dominante, como a veces sucede con el amor. En esa medida, dice el sabio Séneca que “la amistad siempre es provechosa; el amor a veces hiere”. Por algo será que el amigo no huye como un animal asustado ante la dificultad, como si lo hacen los adoradores del reflejo y el maquillaje. El encuentro que se fortalece cuando te quedaste sin trabajo, cuando un ser querido se te ha muerto, cuando te deprimes porque no estás en tu mejor momento… es un encuentro que “es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido”, así lo considera el escritor indio Tagore. Ese amigo, el que te respeta y valora por lo que eres no por lo que tienes será como lo plantea el poeta libanés Gibran, el amigo para vivir las horas y no para matar el tiempo. 

Por ende, cuando hay una amistad fundamentada en el respeto, los amigos se reconocen como seres importantes porque aprenden a experimentar lo mejor de sí mismos en compañía del otro. Y no se avergüenzan de ser leales, atentos, cuidadosos, respetuosos… porque sus seres interiores así lo manifiestan. Adentro de uno está lo mejor de uno que empieza a expresarse con los amigos. Por ello, entre amigos no hay juicio ni máscaras. Lo que hay es un alto grado de evolución interpersonal en cuanto a la experimentación de valores de alta vibración como el respeto, la aceptación, la compresión y la confidencia. Por algo Aristóteles afirmaba que “la amistad es un alma que habita en dos cuerpos, un corazón que habita en dos almas” o Chaplin declaraba que: “necesito de alguien, que venga a luchar a mi lado sin ser llamado. Alguien lo suficientemente amigo, cómo para decirme las verdades que no quiero oír, aun sabiendo que puedo irritarme. Por eso, en este mundo de indiferentes, necesito de alguien que crea en esa cosa misteriosa, desacreditada y casi imposible: ¡LA AMISTAD!”. 

Al aparecer, ahora que reflexiono sobre los amigos que tengo, he nacido con el don de la amistad porque he encontrado, desde pequeño, seres maravillosos con los que fui bueno y no solo moralmente bueno, sino profundamente bueno porque con ellos empecé a despertar mi talento, el oficio para el que soy bueno, al menos que disfruto hacer. Gracias a eso puedo afirmar, al menos ahora, que la amistad me ayudó a fundamentar mi talento, el de escribir, y así cumplir la función que tengo en este mundo. A las personas que me he encontrado y han recibido conmigo las bendiciones de la amistad, espero puedan escuchar el programa de radio Me revientan los adultos (que les dedico) o leer este texto. De antemano les agradezco por existir y espero que la vida nos siga permitiendo espacios para compartir y departir unos vinos y unas palabras. 

En tal medida, y para ir cerrado este texto, la amistad es una característica del ser social. Brota de su instinto pero se efectúa según la inteligencia y la bondad que posea el hombre. Pues la amistad en sí misma no es una virtud porque hay infinidades de encuentros nocivos y enfermizos. Pues está en nuestra naturaleza interactuar con el otro. Pero sí en ese encuentro coinciden seres conscientes que vivan la amistad desde un encuentro íntimo basado en el respeto y la diferencia, entonces la amistad se fundamenta desde la virtud y ese encuentro es imperecedero.




15 septiembre 2018
Por Juan Camilo Betancur E.


Una cosa buena acerca de la música, cuando te golpea, no sientes ningún dolor.
Bob Marley

En las mañanas, antes de irme para el colegio, el abuelo nos despertaba a todos con su respiración de toro salvaje que iba mermando después de prender la radio, a alto volumen, y buscar en alguna emisora canciones de los Relicarios. 

Esa música me sonaba como un chirrido estridente. Lo curioso, era que calmaba al abuelo. Ejercía sobre él un poder maravilloso. Tanto, que después de un par de canciones empezaba a contar historias. Una de ellas era que había visto a Los Relicarios cantar y eso le había cambiado la vida. Fue cuando se animó a formar un dueto y empezó a ir a reuniones sociales. Lo que más le gustaba era que había licor gratis y que podía robarse alguna mujer. Así hizo con la abuela, con quien tuvo ocho hijos. 

El abuelo persistió en ser una encarnación de la letra de esa música montañera, o campirana, o carrilera, o guasca, que se especializa en la tristeza, el dolor, el despecho. Hablaba con nostalgia, como un preso de la libertad, sobre esos mundos perdidos en las borracheras, esos males de amor gritados en las plazas de mercado, esos jinetes heridos de corazón entre racimos de plátanos o bultos de café, esos hombres abrumados por un dolor que no entienden y que desean lavar con aguardiente o con lagunas mentales. 

El abuelo se quedó con las adaptaciones de los ritmos sureños (corridos de México; pasillos y valses de Ecuador; tangos, pasillos y valses de Argentina) interpretados por los campesinos antioqueños. Música que empezó a tomar fuerza después de la inauguración del Ferrocarril de Antioquia en 1929. En las estaciones se realizaron fiestas que duraban varios días. De esas, narró el abuelo, en la estación Palomos, en Fredonia, se armaban tales peleas que el machete enarbolado era el símbolo de virilidad que a más de uno dejó sin extremidades. Pero fue a partir de 1940 que esta música empezó a sonar con fuerza. 

Sin embargo, no es hasta 1952 que surge, tal vez, el dueto que hoy en día más representa la música campesina. Hablo de Los Relicarios, el dueto que ha influenciado a miles de personas. Canciones como: Entrega­do a las copas, Al diablo con tu orgullo, Todos seremos igua­les, Voy a tomar aguardiente, No sé rogar, No te quise, Mal­dito dinero, Dime que me esperas, En otro tiempo, Huérfano desde niño, El Cristo de oro, Te quiero aunque seas casada, Te voy a borrar, Bien aburrido, Maldigo mi destino, Triste sin madre, Soy un bohemio, La medallita de oro, La malagradecida, El dolor de un hombre, entre otras, pues llevan más de 1300 canciones grabadas. Estas canciones representan los sentimientos que emergen en las montañas y de alguna manera, como sucedió con el abuelo, los calma o los precipita al abismo. Pues, los sentimientos son como caballos indómitos que arrastran la razón y sobre todo, empantanan ciertos tramos de la historia. Sentimientos oscurecidos por el licor, la aventura, la traición y la errancia. 

Años después, por cosas del destino, me encontré con José Muñoz en la Biblioteca de Girardota y lo entrevisté para el blog, días antes de que muriera su compañero de fórmula: Germán Rengifo La idea era hablar con don José, ícono de la música popular. 

José nació en Bello el 10 de abril de 1931. Empezó a estudiar la guitarra a los siete años, con ayuda de un método que le compró su madre. Se levantó en la vereda "El barro" de Girardota. Al verlo, era curioso, sentía que ya lo conocía. Tal vez por ello, las letras de sus canciones me dieron otra mirada de la historia, una que permitió ver más a fondo al abuelo. Era como si reviviera la misma escena, pero con más recursos lingüísticos para narrarla. ¡Cómo hubiera disfrutado el abuelo, si aún viviera, haber hablado con don José! Pues Don José entendió, así sus canciones sean una epifanía al alcohol, que el trago es más una postura estilística, gastada, artificial que lo único que hace, al final, es expandir la herida en los seres cercanos y amados. Por ello, don José lo dejó para continuar con Los Relicarios y seguir componiendo. 

A sus 87 años cuenta con más de 5 mil composiciones grabadas. Estuvo más de 60 años con Germán Rengifo. Ellos, Los Relicarios, son, por decirlo de algún modo, la tierra hecha música de varias generaciones. Pareciera que este encuentro con don José fue una cita anunciada por el abuelo hace más de 25 años. 



8 septiembre 2018
Por Juan Camilo Betancur E.



Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado, un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora. 

Proverbio hindú.



La idea de trabajar con niños inició a principios de este año después de trabajar en la Biblioteca de Giardota. Entonces, hablando con amigos, surgió la idea de acompañar a algunos niños desde la literatura y el yoga. Surge porque estando en la biblioteca pude acompañar algunos infantes que más que promoción de lectura necesitaban ser escuchados. 

De esta manera inicié unos talleres de yoga y literatura. Luego, cuando los encuentros me permitieron entablar amistad con los niños empecé a escuchar cosas como: “sí Adán es el primer hombre ¿tenía ombligo?, ¿por qué pensar sucede dentro de la cabeza?, ser un niño es ser un hombre chiquito”, entre otras frases y se me ocurrió hacer algo para que más gente escuchara. Es cuando nace el micro-programa radial “Me revientan los adultos”. De las cuatro emisiones que llevamos, en promedio, cada una ha recibido entre 150 y 200 visitas, hecho que habla de una sintonía que empieza a afianzarse. 

Y ¿por qué con niños? La razón es que fue inevitable trabajar con ellos. Todo empezó hace ya unos diez años. Recién llegaba de un viaje por Suramérica. Un amigo muy amado, Julio Cadavid, me recomendó para trabajar en un super-hogar infantil en Itagüí y mi trabajo era leerles cuentos a niños entre los tres y los cinco años. Al principio no logré contactar con los infantes. A las dos semanas estaba decidido a renunciar porque no me determinaban, entonces me senté frente a ellos, con lágrimas en los ojos y les conté sobre mi deseo de irme y también que así como ellos, una muchacha tampoco me determinaba. Esto generó un efecto mágico y por primera vez el grupo de quince niños de tres años me escuchó. Les pregunté qué hacer y una niña me dijo que me quedara y respecto a la muchacha sugirió que fuera hasta su casa, tocara el timbre y cuando ella abriera la puerta le sacara la lengua y saliera corriendo. 

Luego estuve en varios proyectos con la primera infancia. Saltando experiencias significativas como la creación de cuentos infantiles con madres y agentes educativos por medio de preguntas, la construcción de conjuros por medio de poemas, la cartografía social con docentes de primera infancia… hasta que apareció: “Me revienta los adultos”. 

Es evidente el entusiasmo por los cuentos de los niños que visito. Ellos apenas descifran las palabras y es hermoso ver como se emocionan cuando ellos, más que entender la utilidad práctica de la lectura, encuentran un camino lleno de imaginación y aventuras que les plantea un cuento. Esto ha sido posible porque como docente no les exijo una cantidad de páginas de lectura ni actividades que demuestren que entendieron el cuento. Mi idea no es cobrar por la lectura, sino enamorarlos de la misma. Por tal motivo les planteo la posibilidad de viajar a mundos desconocidos. Entonces sucede lo que explican Bruno Bettelheim y Karen Zelan en su texto La magia de la lectura: “la fascinación inconsciente del niño ante los acontecimientos imaginarios y su poder mágico apoyarán sus esfuerzos conscientes por descifrar, dándole fuerzas para dominar la difícil tarea de aprender a leer y convertirse en una persona instruida”. 

Por otro lado, en mi experiencia como docente en la primera infancia he notado la fascinación de los niños por temas como la magia, el lenguaje secreto, la aventura, los viajes, que en el fondo les permite a los infantes indagar y en la medida de lo posible participar en los secretos de los adultos. De ahí que cuentos como: Todo lo que deseo para ti de Henrike Wilson y Jutta Richter, El doctor Me Di Cin de Roberto Piumini, El pequeño topo que quería saber quién se había hecho eso en su cabeza de Werner Holzwarth y Wolf Erlbruch, Dónde viven los monstruos de Maurice Sendak, Gorila de Anthony Browne, entre otros, representen un interés muy singular en los niños. Y estos puntos de interés se pueden satisfacer con cuentos infantiles, mitos, historias religiosas o historias de sus padres que entusiasman al infante al saber que sus padres también fueron pequeños. Por ello, creo, que cuando el aprendizaje de la lectura parte desde los intereses de los niños o el lector en general, se potencia sus facultades cognoscitivas, su imaginación y sus emociones y se incide en su personalidad. 

En la medida que vamos leyendo el infante empieza a habituarse y sentir la lectura como un placer y los placeres como ir al parque, comer un helado y otros se caracterizan por ser voluntarios y no impuestos. Por ello, la magia de la educación con la primera infancia, y ya lo señalaba Platón desde el texto “La república”, es que la educación debe ser “el arte de la orientación” más que “implantar una visión” en la mente porque la idea es enseñar a ver. En otras palabras, la educación debería estar basada en enseñar a pensar sin dirigir el pensamiento. Esto, al menos así lo considero, se evidencia en los micro-programas de radio donde el niño va desarrollando la capacidad de opinar desde su percepción individual. 

Después de la lectura hacemos una actividad manual y cuando el niño está concentrado en su trabajo empiezo con las preguntas. Sus respuestas, la mayoría son automáticas, pero eso no quiere decir que carezcan de profundidad, al contrario. “Debemos dar más crédito al potencial, a las virtudes que los niños poseen. Debemos convencernos que los niños, como todos nosotros, poseen virtudes más fuertes de las que hasta ahora nos han contado; que todos, nosotros y los niños, poseemos potencialidades más fuertes de cuanto nos reconocen; que consumimos sin que nos demos cuenta, una baja cantidad del potencial de energía que hay dentro de nosotros”[1]. Por ello, a través de las preguntas busco ese potencial para construir los programas radiales y hacer de ese espacio intimista, por medio del blog, un medio de comunicación entre los padres de familia y un grupo cercano a los niños. Y valiéndome de un formato comunicativo tan grato como la radio puedo darle voz a aquellas voces que para muchos no han sido tomadas en cuenta y que como todas las voces tienen el derecho a expresar y decir lo que piensan. Máxime si son los infantes. Por algo Laura Constancia Sandroni en el texto Lectura de comunicación de masas, decía: “Ya lo anotaba Bertold Brecht, en su artículo de 1932: La radio (…) ‘si fuera capaz no solo de emitir, sino también de recibir; en otras palabras, si el oyente no solo escuchara, sino también hablara, que no permaneciera aislado, sino relacionado’”. Y esta relación se da cuando el padre escucha a su hijo y le da otro lugar. 

El dialogo padre e hijo es vital, de ahí que la socióloga Patricia Correa que lidera el proyecto “Palabras que acompañan” (auspiciado por el laboratorio GlaxoSmithKline) manifieste que “los niños son responsabilidad de toda la sociedad. Desde que se decide tener un hijo, deseado o no deseado, ojala deseado, se adquiere una responsabilidad que se acaba con la muerte del padre o la madre. El vínculo emocional y el papel de la construcción psíquica del otro continúan. Por ello, los valores se aprenden con modelos coherentes de respeto o el ejemplo”. Y esto puede aportarse con los micro-programas radiales, donde padres e hijos se sientan en un ratito en la semana a escucharlos. Y se lo escuchan pueden rastrear aspectos primordiales de la mente del infante, tales como el ego, su capacidad argumentativa, la facilidad de formular hipótesis, entre otros que empiezan a moldear su personalidad. 

De nuevo, amable lector, si sientes que está experiencia vale la pena compartirla, no dudes en permitir que estas voces de estos niños toquen muchos más corazones. 






[1] Rinaldi, Cara. En diálogo con Reggio Emilia. Escuchar, investigar, aprender. Grupo Editorial Norma S. A. C. Lima –Perú. 2011.
1 septiembre 2018
Por Juan Camilo Betancur E.



Guarda a tu amigo bajo la llave de tu propia vida. 

William Shakespeare 


Jovany Carmona Hoyos, girardotano, es constante con el ejercicio creativo, por lo que su trabajo es una labor interna que lo ocupa siempre. Así, cuando deba dar la cara por sus creaciones artísticas prefiera acudir a sus amigos para que lean una aparte de su trabajo. Como quien dice, le gusta estar atrás de bambalinas, como observador activo o un camarógrafo que registra todo, pero que no figura. Así es el Jova, el amigo entrañable que se encuentra en un estado delicado de salud y al que le dedico este espacio, como una oración, como un rayo de luz para su estado actual. Por ello, aquel lector que haya conocido a Jova y quiera unirse a este acto noble de exaltar lo bello de la amistad, lo noble que es acompañar a un amigo con una oración, lo invito a compartir esta entrada para que con la voz de Jova intercedamos y le enviemos al universo nuestra intención, al unísono, de que Jova se recupere y siga con nosotros en este pedazo de espacio tiempo que la vida nos otorgó para compartir y sobre todo con los más queridos. 



Jova escribió la novela “Biopic”” con la beca otorgada en la Segunda Convocatoria de Estímulos al Talento Creativo 2013 del Instituto de Cultura y Patrimonio del departamento de Antioquia. Dice Cesar Álzate “Es en realidad un escritor, uno que aquí, con suficientes méritos, incursiona en la vida de alguien”. En ese mismo año también gané con el libro de microcuentos “Los Errantes”. Estuvimos juntos en ese proceso creativo. Ambos nos acompañamos como escuderos de nuestros proyectos y compartimos el lanzamiento de ambos libros. Y bueno, era muy divertido ver al autor de “Biopic” esforzarse por ser un espectador de su propia obra sin poder escapar de los espectadores. Al final, firmó algunos libros con algo de vergüenza y alegría. Luego postuló por dos años un libro de cuentos y por cuestiones de trámites, no por el nivel literario de los cuentos, que espero verlos algún día publicados, no pasaron el filtro de los Estímulos del Instituto de Cultura. 

Jova es cofundador del cineclub El lienzo de Méliès que lleva funcionando más de una década en el municipio de Girardota, y cada ocho días (los miércoles) proyecta una película donde los girardotanos pueden ver buen cine y gratis. Este espacio ya está inyectado en el recuerdo de muchos y por ello, al referirse al cineclub lo nombran como un pedazo de memoria importante en sus vidas y en la historia del municipio. Pues muchas veces sin el apoyo de la administración Jova y sus amigos continuaron proyectando pelis en bar De Bluss o cualquier lugar del municipio: una vereda, una acción comunal, un colegio, una calle, el parque principal o un restaurante. 

Además, en el cineclub, muchas veces Jova es el gran protagonista. Da la introducción de la peli y al final invita a los participantes a conversar. Tal vez por ser un espacio intimista, donde habla de otros, se anima a llevar la batuta y dar sus comentarios, algunas veces muy protocolarios, muy técnicos, muy serios, cuando en las conversaciones sin espectadores sus comentarios son de un humor fino y oscuro, inteligente y tierno. Eso es Jova, un hombre que muchos queremos y que de alguna manera cuidamos como se hace con un joven rebelde, algo díscolo, pesimista, juguetón, pero con una fuerte carga de ternura. Un hombre que ha permanecido fiel a sus tres grandes pasiones: el cine, la literatura y el amor. Pues tanto sus cuentos como la novela están atravesados por una pregunta ¿Qué es el amor? cuya respuesta, que no alcanzan a dar sus personajes, más bien la viven intensamente, es admitir que el amor es enredado, fascinante y aterrador. 

Por otro lado, junto con sus grandes amigos, Julio, Felipe, Jairo y otros organiza el Festival Audiovisual de Girardota. A Jova, a su espíritu inquieto y creativo, van estas palabras. Desde mi más profundo sentir ruego al universo que te mejores para seguir compartiendo entre cafés, rones con coca cola, algunas cervezas, algunos porros, algunas canciones noventeras, algunas pelis tostadas, esas conversaciones tan cercanas y necesarias, que a veces, por cotidianas, uno cree va a tener para siempre y por eso mismo no les da la importancia que se merecen.


24 agosto 2018
Por Juan Camilo Betancur E.


Si Dios no es amor, no vale la pena que exista.

Henry Miller


El concepto de Dios (del latín: Deus, brillo, resplandor) referencia una deidad suprema que creó el universo. Es el nombre, sí es que se puede nombrar, de un ser omnipotente, omnipresente, omnisciente, omnibenevolente, de naturaleza incorpórea. Además cuenta con grandes atributos otorgados en los textos judíos, cristianos, krisnas, musulmanes… como el creador del universo, el principio incondicionado que explica la existencia de todo, el ser supremo, infinito y perfecto.


Igual las diferentes formas de nombrarlo: Dios, Adonai, Él, Shalom, Elohim, Elyon, Yah, El Roi, Jehová, Infinito-Infinito, Altísimo, Alá, entre otros. Es muy amplio el misterio e imposible de abordar en una entrada para un blog como estos, que no especializa en nada. Por ello, mi palabra será igual a la de muchos que están llenos de teorías viciadas por el dogma y la rigidez de una imagen gastada por el fanatismo y las religiones. Y el fanatismo, sea cual sea el ámbito que se manifieste, es arbitrario, de una sabiduría sorda que no admite ser debatido. 

Pero con los niños es distinto. Ellos hablan de forma repentina, sin pensar en la intención desgastante de agradarle al otro, al menos conmigo, pues son participes de mis preocupaciones. Y bueno, yo también de las suyas. La idea es escucharlos y que me escuchen. Entonces cuando sienten que son tomados en cuenta por un adulto hablan como si lo hicieran con un amigo. O caso ¿por qué se habla distinto con los papás y con los amigos? ¿Por qué para muchos hijos, la mayoría, sus papás no son amigos? Tal vez porque los padres se han hecho expertos en dirigir la vida de sus hijos cuando les piden informes diarios de cómo les fue en el colegio. Es decir, piden información sin involucrar a sus hijos en sus vidas. Entonces se pierden ese mundo fantástico de los niños que manifiestan con sus palabras, las que utilizan para entender el mundo, tanto interior como el circundante. Y cuando un niño se siente útil y participe en la vida de un adulto puede opinar sobre temas tan inquietantes como Dios y el misterio del universo. Al menos así lo considero.

Para realizar estos micro-programas de radio, la idea es generar un ambiente de confianza que se logra con ejercicios como meditaciones cortas, lecturas de cuento, dibujos o figuras de origami. Con estos ejercicios los niños, en el momento de conversar, interpretan el mundo, desde su desarrollo cognitivo. Este desarrollo cognitivo según Jean Piaget tiene cuatro etapas: la sensomotriz (0 a 2 años), la preoperacional (2 a 7 años), la de operaciones concretas (7 a 12 años) y la de operaciones formales (desde los 12 años hasta la vida adulta). Por medio de estas etapas el niño logra entender el mundo que habita. 

En la primera etapa el niño articula frases simples; en la segunda, el niño se pone en el lugar del otro, hace juegos de rol y según Piaget también habla de lo que se conoce como “pensamiento mágico” que surge de asociaciones simples y arbitrarias que el niño hace cuando intenta entender cómo funciona el mundo; en la tercera etapa el niño empieza a usar la lógica para llegar a conclusiones válidas y puede categorizar aspectos de la realidad de una forma mucho más compleja; en la cuarta el niño tiene la capacidad para utilizar una lógica que le permite llegar a conclusiones abstractas que no están ligadas a casos concretos. 

Bueno, nombro estas etapas para mirar, muy por encima, como cada conversación que se va subiendo a este blog parte de los fascinantes argumentos de los niños y como estos argumentos están mediados según su desarrollo cognitivo. Espero que esa entrada sobre Dios sea de su agrado amable lector y que sí crees que se puede compartir esta experiencia, bueno, sería muy grato que las voces de estos niños tocaran la mayor cantidad de corazones posibles.


18 agosto 2018
Por Juan Camilo Betancur E.




“El periodismo es libre o es una farsa”.

 Rodolfo Walsh

Hace un tiempo, en conjunto con la Biblioteca Municipal de Girardota se le apostó a la práctica del periodismo escolar como proceso de transformación del territorio habitable por los niños del grado 5B de la I.E. San Andrés. Por ello es un regalo compartir con ustedes, amables lectores, este ejercicio de clase. Pues es sorprendente lo que se puede hacer si no se trabaja solo y se acepta la diferencia del otro como un aprendizaje. Pues es más gratificante optar por un liderazgo que no es imposición, más bien una seducción por una apuesta colectiva que reconforta el espíritu. Así podríamos nombrar el resultado final, después de varias secciones de trabajo con los estudiantes, como una posibilidad divertida donde los participantes se esforzaron por organizar sus pensamientos, expresar sus ideas en forma noticiosa y comprometerse con el aprendizaje de la comunicación fuera del aula. 

Desde un trabajo que trasciende el tallerismo y la eventualidad, los estudiantes del grado 5b de la Institución Educativa de San Andrés culminaron con satisfacción el noticiero “RCM”. Para esto fue indispensable el apoyo de la profesora Yholmy Amparo Salazar, quien motivó a sus alumnos para que buscaran los temas de los que querían hablar. Por ejemplo, un talento especial de alguno de los alumnos del colegio, un evento paranormal, un problema que aqueje la institución como la drogadicción o en la vereda como las basuras, una novedad deportiva, entre otros. 

Si bien, algunos de los principios del periodismo es que la información sea veraz, objetiva y oportuna, para el ejercicio de clase estos ejercicios no se midieron con la rigurosidad requerida porque muchas de las noticias, aunque partieron de hechos puntuales, se inventaron sin necesidad de contrastar las fuentes. Esto, porque lo vital fue fortalecer la personalidad de los estudiantes desde un acercamiento a lo que es un noticiero que les permitiera realizar juegos de roles. También que entendieran las normas ortográficas porque les ayudan a expresarse mejor. Es decir, cuando se enteraron de que los íbamos a filmar y que el video se proyectaría en pantalla grande, que el video se compartiría con otros grados, que ellos presentarían su experiencia comunicativa a sus compañeros, se preocuparon por hilar coherentemente sus textos. 

Luego, se procedió a armar grupos para que intentaran armar el noticiero. Claro, durante una semana observaron los noticieros de televisión para que identificaran las funciones de los presentadores, los corresponsales, los entrevistadores y los entrevistados. De esta manera, los estudiantes reflexionaron su contexto y crearon sus propias producciones. Después, cada grupo socializó su noticiero para que los otros estudiantes y la profesora expresaran sus opiniones y debatieran respetuosamente. Esto con el fin de consolidar un noticiero que compilara lo mejor de las producciones de los estudiantes. Así nació el noticiero RCM. 

Luego, el proceso de edición. Se gestó gracias a los beneficios de la amistad. Es decir, un amigo, Jairo Andrés Palacio, realizador de cine, Comunicador Audiovisual, nos brindó su conocimiento sobre el lenguaje multimedial y estuvo frente la pantalla de su computador dándole forma al noticiero. Si no hubiese sido por las más de ocho horas de edición para un video de seis minutos, no hubiese sido posible compartir esta experiencia comunicativa. 

En conclusión, con este ejercicio, se promueve el periodismo escolar como un derecho a informar o desinformar, no importa, si se parte desde el disfrute. Lo interesante, más que la información brindada, para este caso que se permitió la ficción en los relatos, es generar la oportunidad de las interrelaciones entre los estudiantes y el contexto que habitan. Pues los estudiantes se ven a sí mismos, los ven compañeros, profesores, padres de familia y comunidad en general. De esta manera se genera sentido de pertenencia 





3 agosto 2018
Por Juan Camilo Betancur E.


Penetrados del amor por lo bello
Sigamos la naturaleza
Mirando las estrellas

Jaime Gómez

Los medios nos han vendido héroes que se han hecho populares más por sus destrezas discursivas o físicas que por sus criterios para construir sociedad. Así, desfilan por nuestros imaginarios: políticos, actores, cantantes, deportistas, militares… Muchos de ellos han corroído aquellos valores que nos hacen mejores individuos. 


Cuando hablamos de valores nos referimos al valor de asumir las normas básicas de convivencia, como el respeto a sí mismo. De esta manera, transmitir un modo de vida que intente cambiar esa anticultura de estafadores, escandalosos, ruidosos a la moda, trasgresores del impulso imitativo que hemos integrado en los núcleos familiares. 


En tal medida, nos complace anunciar que conocimos uno de esos hombres que va más allá de lo mediático. Sobre todo cuando los medios buscan el hombre que muerde al perro, la mujer de dos cabezas, el escándalo, el provocador que genere audiencia, la muerte más estrambótica… Y esos personajes son una mínima expresión de una sociedad. Por ello, ser mediático no siempre significa ser un buen ciudadano, estar convencido de lo que se hace o ser el emisario de una pasión que más que robar cámaras conmueva corazones. 


Se llama Jaime Gómez. Es pintor y filósofo. Nació en Girardota en 1951 y reside en Francia, París, desde 1986. Ganó el premio Salón de arte joven, Museo de Antioquia, Medellín (1979, 1980). Ha hecho diversas exposiciones en ciudades como: Paris, Hamburgo, New York, Singapur, Bogotá, Medellín. 


Sus obras, dice René Delaporte “gozan de las mismas particularidades del lenguaje. Su transparencia matemática nos habla con toda certeza de una rosa, de un perro, de un paisaje. Los espacios y los objetos son inconfundibles. Esto que yo llamaría una vocación a la verdad es una característica de su obra.” 


Hablar con Jaime Gómez es tan enriquecedor como releer un libro que cada vez revela más sabiduría. Es como si con cada una de sus palabras dejara entrever lo más espontaneo y autentico de sí mismo. 


Jaime es del tipo de persona que se puede sentar entre todos, ser parte de todos. Sin embargo, puede estar hablando o en silencio y su calidez o una cualidad indefinible nos atrae. Sus gestos, como sus pinceladas, son precisos. Nada en él es sobreimpuesto. Sus comentarios parecen dar un sentido nuevo de lo que nombra. Esto es posible porque el silencio también le pertenece. 


24 julio 2018

Por Juan Camilo Betancur E.

Si amas una flor que está en una estrella, es reconfortante mirar el cielo por la noche. Todas las estrellas son un alboroto de flores.
Antoine de Saint-Exupéry. 



De ante mano, en esta segunda emisión del programa “Me revientan los adultos” le agradezco a los papás de Abraham, Silvia y Santiago y a la madre de Mathias, Diana, porque es por su apoyo que es posible publicar estas conversaciones. Estos padres me han permitido acompañar sus hijos por más de dos meses. En ese tiempo les mostré cuentos infantiles, ejercicios corporales como posturas básicas del yoga y un poco de meditación. Con las rutinas y las visitas cada ocho días logré crear una atmosfera de confianza con los niños para hablar de temas de su interés y del mío, por supuesto. Para esta segunda entrega nos enfocamos en las estrellas. 



Sin ser este un texto de astronomía, más bien una aproximación, empezaría diciendo, como aparece en muchos libros científicos, que las estrellas son masas de gases, principalmente hidrógeno y helio, que emiten luz. O también que son motores de energía cósmica que producen calor, luz, rayos ultravioleta, rayos X y otras formas de radiación. 



Lo bello es que aunque han sido tan estudiadas y se les ha definido de manera contundente, nadie sabe cuántas estrellas existen en el universo. Por algo, desde tiempos remotos nos han atraído los fenómenos celestes. Desde antes de la llegada de Cristo, Tales de Mileto enseñaba que las estrellas estaban constituidas por fuego. O Pitágoras ya hablaba de la esfericidad de la Tierra. 

La Tierra y el cielo han sido inquietudes permanentes de las civilizaciones, desde los asirios hasta los hindúes pasando por los egipcios y griegos. Desde sus conocimientos han ordenado las estrellas, descubierto movimientos de los cometas, anunciado eclipses del Sol y Luna. También imaginaron fuerzas divinas y monstruosas como gigantescos dragones. 

Nada más, como una mirada muy superficial de lo que es la mitología de las culturas antiguas, citaré unos cuantos ejemplos sobre como consideraban la Tierra y el cielo: Para tribus de la India la Tierra era una enorme bandeja de té que reposaba sobre tres inmensos elefantes; para los antiguos egipcios el cielo era una versión etérea del Nilo, por el cual el dios Ra (el Sol) navegaba de Este a Oeste cada día. En Grecia es la diosa Gea la madre de la creación y ella fundó una dinastía de dioses que tenían su residencia en el Olimpo, en África los Bambara dicen que recibieron de una civilización extraterrestre proveniente de Sirio sus conocimientos de Astronomía; en América los mayas utilizaron la astronomía para estudiar la influencia de los astros sobre la tierra, los incas se consideraron descendientes del Sol, los aztecas adoraban al dios Huitzilopochtli joven guerrero, símbolo del Sol que cada mañana se enfrentaba con sus hermanas las estrellas. 

Con programas como este, con el acompañamiento de los padres, se busca conectar a los infantes con el mundo que habitan, pues, en la era digital, esta era, los niños viven más en el mundo virtual y por tal motivo no entienden su contexto y las tradiciones de sus padres que se formaron con la interacción con otros humanos y no con pantallas. Por lo que este espacio permite reconectar a los niños al mundo emocional y la magia interior que cada infante lleva: su monada o chispa divina. Así que amable lector, sí sientes que este ejercicio puede sensibilizar a otras personas, puedes compartirlo. Espero sea de su agrado y si se anima, puede dejar un comentario.